- Scott Hamilton: saxo tenor
- Toni Solá: saxo tenor
- Gerard Nieto: piano
- Ignasi Gonzalez: contrabajo
- Xavi Hinojosa: batería
- Scott Hamilton: saxo tenor
- Toni Solá: saxo tenor
- Gerard Nieto: piano
- Ignasi Gonzalez: contrabajo
- Xavi Hinojosa: batería
Scott Hamilton es el arquetipo del saxofonista mainstream del siglo XXI. Nacido en Providence, Rhode Island, en 1954, Scott se dió a conocer en un momento en el que el tipo de Jazz que interpretaba, basado en el estilo de saxofonistas como
Illinois Jacquet, Eddie Davis o
Paul Gonsalves, no estaba de moda entre la crítica y gran parte del publico jazzista. Es uno de los primeros saxofonistas de jazz contemporáneos que demostró en plena década de los setenta que había algo más en la música que el pop y el rock and roll. Rodado como músico en Providence, en 1976 dio el salto a New York, la capital del jazz en el ultimo cuarto del siglo XX, y allí acompañó a las viejas glorias de la época del swing como
Tiny Grimes, Benny Goodman o Roy Eldridge. Inmediatamente levantó una inusitada expectación por su estilo vigoroso, un tono exuberante y un gusto musical exquisito. Aquel mismo año trabajó junto al trompetista,
Warren Vaché y al año siguiente debutó en los estudios de grabación para el sello "
Concord Jazz" la casa discográfica con la que todavía tiene contrato.
Su expresivo sonido de saxo tenor "clásico" y su impecable fraseo fueron recibidos con escepticismo por algunos de sus contemporáneos, pero despertaron gran interés en el publico conocedor de la gran tradición de los músicos swing, en especial a partir del momento en que empezó a grabar discos para la compañía
Concord. Su primer LP para la discográfica californiana,
Scott Hamilton is a good wind who is blowing us no ill, fue grabado en 1977, y toma prestado su título de un positivo comentario del famoso crítico
Leonard Feather. A éste siguieron
una treintena de discos, presentando a Scott en los mas variados contextos musicales, desde cuartetos hasta orquestas de cuerda, y junto a diferentes artistas (como
Dave McKenna, Warren Vaché, Howard Alden o
John Bunch), pero ofreciendo como constante su cálido sonido - derivado de los de
Ben Webster y
Paul Gonsalves - y la imaginación de sus improvisaciones.
Por encima de las etiquetas y las modas, Scott Hamilton ha sabido ganarse el respeto y la admiración de público y crítica con su honestidad artística y la continuidad de su discurso musical. Ajeno a las campañas publicitarias y a los lanzamientos mediáticos tan en boga en nuestros días, cuenta con una legión de seguidores en los Estados Unidos, Europa y Japón.
Aunque Scott no niega la influencia marginal de saxofonistas como John Coltrane, su estilo interpretativo se ha mantenido intacto en los últimos treinta años, y su repertorio incluye standards, baladas y blues, interpretados con buen gusto, imaginación y swing.